Las sillas vacías de esta navidad

Por Luis Cardona Herrera

 

Muchas familias este año se encontrarán con una situación totalmente atípica esta navidad, este diciembre a la hora de los brindis a distancia y virtuales (para las familias responsables), se mencionarán los nombres de aquellas personas que han fallecido principalmente a consecuencia de esta pandemia de Covid 19, no es la primera vez que una familia se enfrente a la pérdida de un ser querido, lo extraño es el número de personas que han fallecido no solo familiares, también amigos, conocidos etc.

Aquellos que ya hemos tenida la experiencia de perder a un ser amado, sabemos que las fechas decembrinas son especial dolorosas, reunirnos y descubrir que la ausencia de nuestro familiar se manifiesta a cada momento, falta su voz, su olor, su risa, vamos, se extraña hasta su cocina (este año extrañaré los romeritos de un amado tío). Este dolor va ligado a una de las condiciones del proceso de duelo, se llama SÍNDROME DEL ANIVERSARIO, y diciembre es por mucho, una de las fechas mas difíciles puesto que de las fiestas especiales en las cuales se solía reunir la familia, navidad y año nuevo son sin duda de las más especiales.

La mejor forma de enfrentar este proceso es recordar y hablar de aquellos que ya no están, por poner un ejemplo, hablar como si se estuviera contando una película que nos ha gustado en especial, mencionar las anécdotas, las bromas, aquellos momentos que simplemente deben ser y son imborrables. Festejar la vida de nuestros seres queridos implica recordarlos en su máximo esplendor y después poder seguir adelante… por muy doloroso que sea.

La peor manera de enfrentar esto es fingir que no pasa nada, jugar a que estamos todos bien, lo cual bloquea las emociones de todos y pareciera que estamos jugando a los soldados de plomo, rezando por que nadie se venga abajo a nivel emocional pues sabemos que, si uno comienza a desplomarse todos lo harán. Tratar de controlar las emociones de esta manera lejos de ayudarnos a seguir con nuestra vida nos estancará, se quedará el sufrimiento por mucho tiempo más del necesario.

Estas fiestas valen la pena integra las sillas vacías, contar sus historias y de esta manera encargarnos de que aquellos que no conocieron en persona a los que se adelantaron, los conozcan por sus historias, por el bien que nos dejaron y por la forma en que tocaron nuestras vidas.

Honrar la vida de las personas que amamos y según algunas creencias pronto volveremos a ver, implica reconocerlos dentro de nosotros mismos, en las enseñanzas que nos dejaron, en la forma que nos marcaron, implica, según entiendo yo, llevarlos presentes y agradecerles profundamente el tiempo que compartieron con nosotros.

Hasta las estrellas mando un beso por aquellos que de mi familia me esperan y que un día alcanzaré, hasta entonces… gracias por todo.